La entrada de agua en la sentina de tu barco es uno de los riesgos que corres al navegar. Y si ocurre, recuerda que puedes evitar lo peor si estás equipado con la herramienta adecuada para el trabajo, la bomba de achique.
Equipo obligatorio para tu seguridad
Daños, roces o golpes, diversos factores pueden provocar el deterioro del casco, abriendo una vía de agua que corre el riesgo de sumergir la bodega del barco. Se trata de una situación bastante arriesgada para la embarcación y sus pasajeros, incluso con un achicador diseñado para garantizar la evacuación.
Los fabricantes han entendido que para rectificar la situación, se han preocupado de añadir una herramienta adicional como refuerzo, refiriéndose a un bomba de achique. Así, las embarcaciones modernas están equipadas con este equipo de seguridad esencial, sobre todo porque su instalación es obligatoria según la normativa.
Una bomba de achique es un dispositivo especialmente diseñado para acelerar el drenaje del agua en caso de entrada de agua. Hay dos categorías principales de bombas de achique: las eléctricas y las mecánicas o manuales. Todas estas son herramientas cuyo funcionamiento debe comprobarse regularmente para evitar sorpresas desagradables.
Prueba tu bomba de achique eléctrica
No hace falta decir que una bomba de achique es una gran ayuda en caso de entrada de agua. Sin embargo, una herramienta de este tipo no es inmune a los fallos o al mal funcionamiento. Por esta razón, la eficacia debe comprobarse regularmente.
En la categoría de bombas de achique eléctricas, basta con pulsar el botón de prueba para saber si la bomba funciona o no. Pero para saberlo con seguridad, lo mejor es realizar una simulación como en una situación real. La mejor manera de averiguarlo es simular una situación real, es decir, hacer correr el agua en la bodega y luego conectar el sistema de drenaje.
Y como se trata de un aparato eléctrico, también debes comprobar los distintos elementos que lo componen, como la batería, los fusibles, el flotador o el gatillo y el cableado. Este paso requiere, obviamente, herramientas especiales como llaves inglesas, destornilladores, un comprobador de baterías o unos alicates.
Prueba tu bomba manual
En esta categoría, la bomba de achique suele estar equipada con una palanca que te permite accionarla manualmente, yendo de un lado a otro para ver si el equipo funciona correctamente. Al fin y al cabo, no deberías tener demasiados problemas para acceder a tu bomba, ya que suele estar instalada en la cubierta o es directamente accesible desde la bañera.
Si buscas el momento perfecto para hacerlo, aprovecha el agua que se vierte en la sentina cuando limpies tu barco para entrar en ella. Esto matará dos pájaros de un tiro, y si tu bomba funciona bien, aspirará y eliminará el agua fácilmente. Esto es una señal de que las partes vitales de la bomba, el diafragma, siguen en excelente estado.
Además, no olvides que también hay bombas de achique portátiles (eléctricas o manuales), bombas de achique a batería o bombas de sifón manuales que son las más fáciles de probar.
La cuestión es que simplemente sumerges la manguera en un cubo de agua o en una palangana y ya está. Por supuesto, tendrás que encender el motor si se trata de un modelo eléctrico o a pilas. De lo contrario, no dudes en accionar la palanca de bombeo.